La ZEC Montaña Oriental puede visitarse durante todo el año, pero la primavera y el otoño son especialmente recomendables para disfrutar de todo su potencial natural y paisajístico.
En primavera, el despertar del bosque atlántico, con el verdor intenso de hayedos y praderías, y la floración de las especies adaptadas a suelos calizos, ofrece una experiencia visual única. Además, es un buen momento para contemplar cascadas como la del Asón o la del Gándara —esta última junto al centro de interpretación del parque—, que bajan con fuerza gracias al deshielo y las lluvias.
El verano, por su parte, permite recorrer con tranquilidad la red de senderos y carreteras de montaña, coincidiendo con la época de siega y el pastoreo en zonas altas, lo que aporta un valor añadido al paisaje y a la vivencia rural.
El otoño convierte el territorio en un mosaico de colores cálidos, ideal para la fotografía y la observación de fauna, especialmente aves forestales y rapaces. Las temperaturas suaves de estas estaciones hacen más agradables las rutas, permitiendo descubrir con calma tanto la naturaleza como el valioso patrimonio cultural de los pueblos pasiegos.